sábado, 19 de octubre de 2013

Observando la esquina


Dar un vistazo fuera de casa, lo más seguro encontrara gente pasar, una de ellas quizás es una niña no mayor de los 20 años, con un lindo caminar, un cabello organizado, unos chores apretados, y va caminando hasta perderse de vista,  de repente sale el vecino que también mira la calle por casualidad, si es cordial te hará una seña, te intimidas y desvías la mirada y de repente miras un joven en la esquina y a su lado otros, todos de una misma edad, a lo mejor conversan pero posiblemente unos no, porque están concentrados en su teléfono, entonces te parecerá estúpido y voltearas para ver que hay alguien que viene es un anciano que se aproxima queriendo caminar a galope pero su paso es leve, entonces te detienes y te cansas de mirar.

Al cerrar la ventana cambia todo, aparentemente hay algo distinto en tu casa, tu pareja esta en la tv, tus hijos en el computador y en la sala solamente tu, entonces te deslumbras por un momento y piensas ¡por lo menos no andan en la calle!, luego, quieres iniciar una platica con ellos pero ninguno te presta interés, cada uno en su actividad, y entonces concluye que adentro también esta tan aburridor como afuera.

Al otro día quieres hacer algo y vuelve a mirar la calle y entonces hay gente pasar, va un padre con su hijo ambos en una cicla, al lado un bus que pasa por su lado como intentando ganar, también va la niña de los chores cortos, ahora hay otros muchachos en la esquina y más lejos los mismos de ayer, el vecino también en la misma situación que tu, mirando hacia la ventana, viendo el exterior de su casa,  y el anciano de ayer pasa nuevamente como por casualidad pero  ahora va más lento, te da mal genio y cierras la ventana, para tratar de distraerte quiere hacer algo con la familia pero ve a tus hijos  en el computador y tu pareja en la tv. Mientras tú repitiendo la misma escena de ayer.

Me parece que se caería en un fetiche si digo que así pasaron los días de esta persona, pues es además un pleonasmo pues esa es su realidad. El mundo que piensa que ha construido, al ver en su ventana es igual que el los demás, y al mirar hacía adentro todo es vacío, empieza la intriga por ver que pasan los días, pasa la vida, pasa lo que nunca en realidad quería.

De igual modo cada uno de los que están en la escena; el viejo, el vecino, los jóvenes, la muchacha, el papá y el niño en la bicicleta, su pareja y sus hijos, que aunque distintos unos de otros, repiten todos mecánicamente actividades que no dan la posibilidad de apartarse para mirar algo más, ver su vida personal en lo público y lo público en lo privado como diría Norbert Elías o Álvaro Camacho.  

Esto, porque operan bajo  tensiones y fuerzas sociales que moldean sus practicas y los conllevan a repetir consecutivamente actos muy simples, que no dan el espacio para pensar en su complejidad.

Que sus hijos al igual que los hijos del vecino están en el computador, el anciano sale por que ninguno en su casa le presta interés,  la muchacha es una de las tantas que pasan en el día de chores cortos y ajustados buscando también algo de atención, el señor con el niño en la bicicleta anda pensando en que hay al día siguiente para darle de comer, el chofer del bus compite a toda marcha por que en su cabeza esta llegar a casa y aunque sus hijos no lo salgan a saludar su mente esta en paz por que hay algo que llevar, los muchachos en la calle conversan y de este modo se distraen de cualquier preocupación y por lo menos si ese día no fueron llamados a la entrevista no importa por que todos excepto uno fue llamado y quizás al día siguiente llamen a alguno más.  

Mirar todo esto de un modo convencional no permite ver la dimensión de lo que se intenta llegar, o más bien de las múltiples dimensiones, una afirmación posible a la luz de esta posición es tal vez hacer  una simple afirmación con una característica ineludible, ser resignada; “así son las cosas y así seguirán siendo”.
Esta es una respuesta simple a todo este asunto, lo es porque ignora una infinidad de cuestiones que no ponen en reflexión,  interrogantes  tanto históricos como geográficos que pasan in-visibilizados, uno muy notable es  ¿Por qué hace unas décadas era algo muy distinto, las prácticas de nuestros padres o si se quiere  de los bisabuelos? O ¿Por qué no habían las grandes ciudades de hoy día? O preguntas referentes a nociones del día a día ¿Qué era el trabajo en esa época? ¿Qué era estar en familia? o más simple aun ¿Qué era estar en la calle? Esta última sí existía.

No es tratar de responder si eran épocas más llena o más vacías de contenido, es decir, si las personas eran más felices o no con sus vidas, es intentar plantear interrogantes simples por ejemplo  ¿porque cuando cambian aspectos en la vida de mi familia, cambian en la familia de todos en la sociedad? Y como es eso de que hasta los gustos varían, las formas de vestir, de saludar, esto que se denominaría como cultura material, (artefactos, objetos, aparatos) que evidentemente son transformados en el tiempo y son muy diferentes a los de ahora, pero no son lo único que han cambiado y tampoco los contribuyentes absolutos del cambio social, existe por otro lado lo es denominado  la cultura inmaterial;  (las normas, los valores, los comportamientos, la conducta) y es en este proceso el que por último repercute tanto en la vida privada como en la vida pública, se entretejen  prácticas que se manifiestan de modo en general en todo el conjunto de una sociedad.

En este sentido existen hechos sociales como lo plantea Durkheim que tienen una función por fuera de lo individual, es decir son cuestiones que no se explican desde el individuo si no desde lo social, que conforman la estructura que predispone acciones o más bien encierra unas posibilidades de comportamientos que se vuelven parte de un orden y por tanto de una forma de organización, de esto modo reduciendo las posibilidades de actuación del individuo que tendrá por consiguiente una conducta predecible acorde a lo que se es aceptado.

Un ejemplo básico es mirar el transeúnte que va en la calle del barrio popular, cuantos modos de actuar puede tener una persona, pero lo predecible es que siga indiferente, apresurado y si tiene un teléfono con internet con la cabeza abajo,  este mismo acto se puede repetir durante todo un día en diferentes personas, en un barrio popular de una ciudad como Cali.

Si nos remitimos a un tiempo atrás y en un lugar diferente por ejemplo un pueblo de Antioquia, a mediados del siglo XX, una persona que va por la calle, nos da una pautas de posible comportamiento lo usual es que alguien que iba pasando, por su camino, saludaba a los vecinos,  a los extraños, a casi todo quien encontrara y su cabeza siempre en alto mirando quien más reconocía. 

Ambas conductas de ambos seres humanos no son fortuitas y son el producto de dos marcos de sociedad diferentes, donde el modo de organización reside en practicas singulares que para cada cual recobra un sentido y un significado.

Así se podrían plantear múltiples ejemplos, en diversos lugares y diversos momentos donde seres humanos han construidos cantidad de posibilidades de comportamiento pero que se reducen según la comunidad a la cual se es perteneciente, esto a tal punto de que son determinantes en la relación de la persona con el mundo. Sin embargo también hay que señalar que el individuo como sujeto social, político e histórico esta en la capacidad  de transformar y reconstruir su realidad y que aunque es necesario un conjunto de códigos y normas para tener una conveniente relación en comunidad esta en libertad de asumir sus propios procesos subjetivos frente a lo que considera que tiene contenido, es decir aquello que lo hace sentir algo más que un sujeto pasivo y en función de una sociedad. obser

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