ANDRES FELIPE RAMIREZ
ARCILA.
Cuando hacemos mención a la
ciudad global estamos frente a un nuevo proceso donde aquello que entendíamos
como lo local se desvanece y lo global se articula a lo que resta de lo local. Esto se expresa en diferentes formas tanto en
la arquitectura como en el modo de relacionarse de los habitantes.
Las ciudades globales es un
proceso más reciente que esta estrecho a las mismas dinámicas de la
globalización que podemos entenderla en la perspectiva geopolítica como un
escenario internacional de libre circulación de bienes, productos, empresas, personas,
tecnologías, capitales y hasta de mercancías ilegales.
En este proceso es el factor económico el que tiene mayor peso la búsqueda de intercambios comerciales entre unos países y otros ha sido la forma idónea para que países en la delantera económica, política, tecnológica, científica favorezcan la construcción de una cultura mundial, una nueva forma de relación del hombre citadino con su medio, distinguida por el afán de consumo, de competencia, de flexibilidad, cada una con un peso determinante en el modo en como las persones sienten, comprenden, viven, experimentan su ciudad.
El caso de Cali como una de las
ciudades que mayores garantías permite a la inversión extranjera, como una
ciudad que abre las puertas a los eventos mundiales, que moderniza su
infraestructura a la par de ciudades de otros países, que reemplaza el sistema
de transporte tradicional hacía sistemas masivos integrados son todos hechos
que no pueden entenderse sin ver el proceso de ciudad global que se gesta no
solo en otros países sino también en los nuestros.
Otras ciudades de Colombia y de
América latina no se quedan atrás y sus expectativas todas se proyectan a la
transformación de sus estructuras urbanas por complejos arquitectónicos,
residenciales, urbanísticos que den la sensación de ser las ciudades modernas
del siglo XXI. Estas ciudades sin lugar a duda asumen un costo exorbitante como
son las deudas con los bancos regionales o en la mayoría con el BM y el FMI que
son supra organizaciones que tienen un
peso decisivo en este engranaje mundial.
Sin embargo las ciudades
emergentes que no cuentan con esas sumas exorbitantes de capital ni con el
potencial económico para endeudarse abren las puertas al llamado capital
extranjero, entonces las grandes trasnacionales se instauran en ellas para
aprovechar de sus recursos y minerales gestando actividades como la mega
minería, la compra de hectáreas de tierras para lo producción agrícola muchas
veces monocultivos, y demás actividades que son por lo general hacía la
periferia de los territorios es decir en la parte rural.
Además de las trasnacionales que
socavan los suelos, comunidades campesinas e indígenas con su extractivismo latente, acciones sistemáticas
que inciden fuertemente en la parte periférica pero que están integradas a las
decisiones del centro, sin embargo otras trasnacionales sino es la mayoría
hacen presencia hacia los centros
urbanos es decir en las ciudades.
A mi parecer son estas sutiles
porque aunque son evidentes al ciudadano no hay una causa de alarma y de
rechazo por el contrario terminan siendo empresas que están integradas a su
cotidianidad. Estas empresas que se
mueven principalmente en el sector terciario no se limitan a la venta de bienes
y productos también es de gran incidencia su participación en la prestación de
servicios.
Entre las más reconocidas están
las empresas de comunicación como (claro y movistar) pero también vemos grandes
cadenas de mercado como Carulla, Home Center, Carrefour, Jumbo entre otras. También
a mi parecer hay otras grandes empresas invisibilizadas como (Master Cad,
América express,) que son de grandes corporaciones financieras de alimentos como Mac Donald y Burger Kings,
de automóviles (Mazda, Renault, Chevrolet, etc…) tecnologías (Samsung,
Sony, Apple, Hp, etc.) y así
consecutivamente cantidad de multinacionales inmersas en el paisaje urbano y en
la vida social y cotidiana.
Todo esto implica hablar de
ciudades globales pero hay algo que resulta bastante interesante y es ver que
en la medida en que se gestan las ciudades globales también se producen los
ciudadanos globales. Esto es tal vez el efecto más contencioso de este fenómeno
que construye un nuevo hombre en la capacidad para desenvolverse no solamente
en su ciudad sino en cualquier ciudad del mundo.
Es muy fácil que una persona que viaje a una
ciudad por primera vez distinga fácilmente restaurantes, hoteles, modos de
transportarse, tecnologías, y demás necesarios para sobrevivir durante su
estadía y esto lograrlo sin haber necesitado una información de alguien
cercano, ni hablar otro idioma, o haber visitado la ciudad alguna vez. Lo único
que requiere es tener poder adquisitivo para ingresar en el afán de consumo
propiciado por dinámicas globalizadoras entonces cuando busque algo que comprar
con gran facilidad sabrá donde ir por qué en una de las esquinas va a ver un
letrero inmenso de una empresa que ya
reconoce porque ya hacen parte de su
imaginario como ciudadano global.
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