miércoles, 15 de octubre de 2014

Reseña: Espacio, territorio y frontera: Re conceptualización para el currículo integrado de ciencias sociales de cara al próximo milenio

El texto de Consuelo Domínguez Domínguez que  publicado para finales del siglo pasado ya introduce una discusión sobre los Horizontes supranacionales teniendo como partida diferentes informes como el de la UNESCO (1998) Y El de la comisión internacional para la educación.
Este último se plantean algunos elementos centrales en la enseñanza y su focalización hacia cuatro principios; aprender a ser, aprender a hacer, aprender a conocer y aprender a vivir juntos.
En esta experiencia el componente base es como se dan estas relaciones de aprendizaje en el marco de la multiculturalidad y su lugar en los procesos de globalización.
Frente a esto hay una limitación del curriculum que no es sola didáctica sino conceptual y epistemológicamente.
Esto nos exige a los profesores e investigadores de las ciencias sociales aportar elementos para resinificar conceptos como espacio, territorio y frontera.
Frente a esto, puede afirmarse que ha habido una primera transición principalmente en la noción del espacio geográfico teniendo en cuenta su diversidad de miradas que permiten otras disciplinas como la historia, la economía y la psicología.
Una de las nuevas formas de comprender este concepto ha conllevado a la definición de los Espacios reales y espacios simbólicos.
Estos parten de la idea de que el espacio como cualquier otro elemento hace parte de una Realidad percibida.
Primeramente el espacio era comprendido desde el dominio matemático y su apreciación como  constructo psicológico, configurando la noción del espacio absoluto.
Ante la Perspectiva relativista de la física y la nueva  geografía de la percepción, sostenida en la fenomenología se cambia la discusión hacía el espacio relativista.
En esta lo importante para sus lecturas será desde su significado, su simbolismo que  construyen los seres humanos  en la experiencia con él.  (Antropocentrismo) una de sus premisas es que el espacio tiene distintos significados que lo convierte  intrínsecamente polisémico.
No queda por fuera la discusión axiológica del currículum y es precisamente la necesidad de despertar valores como solidaridad, justica e igualdad desde las ciencias sociales.
En el escenario global las  políticas monetarias, los  mercados bursátiles, las relaciones internacionales, la  moneda europea y los procesos de  integración regional son tan sólo algunos hechos mundiales que reconfiguran las realidades locales como remotas del globo terráqueo,  puesto que se entrelazan con un mundo en continua mundialización de la economía, con sobre abrupto  desarrollo tecnológico y  exponenciales avances científicos. 
Hechos que  generan consecuencias de orden social con características  diversas  y complejas que exigen la adopción de enfoques sistémicos.
 
Incorporar al currículo una nueva manera de entender las relaciones internacionales, revisando conceptos tales como estado, territorio y frontera debido a su poca posibilidad de comprender estas realidades que no son fijas a espacios locales sino más bien que se ve su despliegue en escenarios trasfronterizos.
 
Lograr esto requiere de la articulación de  diferentes miradas con conceptos revisados que permitan entender esta coyuntura social   y todos los sucesos que en ella aparecen como   acciones que conciernen múltiples causantes y no solo productos de un mero aspecto.
Esto ya hace que la discusión y re conceptualización de las ciencias sociales tenga que estar ligado en esa época a un llamado implícito a la interdisciplinariedad.
¿Una última pregunta que queda para la discusión es respecto a la Democracia, como fomentarla?
 
Finalmente se destacan dos dimensiones del currículo, una primera ontológica que permita jugar en el plano axiológico habilitando las condiciones para el desarrollo de la propia identidad y el encuentro horizontal con el otro, lo que posibilita desenvolverse en el contexto o lugar de vida.
 Uno segunda dimensión que revise los conceptos mencionados desde las diferentes disciplinas para aportar a su re significación en vía de un currículo integrado y democrático.
Lo que nos indica que la democracia puede ser defendida desde el currículo el cual tiene la capacidad de jugar un rol activo como instrumento en la formación de los estudiantes y la construcción de su lugar en la sociedad.

 

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