ESCRITO POR:
ANDRÉS FELIPE RAMÍREZ A.
ESTUDIANTE: LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN CIENCIAS SOCIALES DE LA UNIVERSIDAD DEL VALLE.
Del mundial deportivo al mundial de salsa.
En la ciudad de Cali aunque se da clausura a los juegos mundiales
se celebra el mundial de Salsa, dos eventos que sin lugar a duda la ponen
en el marco global. Cada una causando sus propias expectativas, divergencias y
similitudes pero que de igual manera nos ponen a pensar acerca de la cultura
caleña que en los últimos días parece estar de moda.
El baile es una actividad que simboliza gradualmente que es
Cali, que es su gente, que son sus gustos y de que modo se construye la
convivencia entre sus habitantes, mas donde existe una población diversa
y no homogénea. Por esto el baile además de ser una expresión
artística es una expresión social.
Podría exaltarse en esta disciplina virtudes que son propias del
ser humano como la creatividad, la imaginación, la creación, pero hay algunos
de tantos que se han convertido característicos del bailarín de salsa y por
tanto emblemáticos. No obstante hay espacio para todo tipo de actitud, de
personalidad y hasta de rol social.
A lo que me refiero es a la diversidad que posee el ser humano de
ser y manifestarse ante el mundo a como
cada uno lo percibe y a como se sienta bien, pareciera que es en
el baile donde hay un encuentro con lo verdaderamente esencial de toda
persona y no importara nada más allá de su condición social y biológica.
En el participan hombres y mujeres, de todas las edades; niños,
jóvenes y adultos, inclusive de la tercera edad, el color de piel no es un
patrón de exclusión, lo bailan blancos, negros, mestizos, como también personas de esta o de otras ciudades, no hay rechazo por la orientación sexual; hay heterosexuales
y no heterosexuales, o por diferencias religiosas
o políticas, la condición económica no es un determinante para
ingresar, si se es rico o pobre lo pueden bailar. El aspecto físico tampoco obstruye la participación
de las diferentes personas; pues he
visto de todo tipo sea gordo o flaco, lindo o feo, alto o bajito.
En este sentido no hay un modelo base que defina quien tiene la
posibilidad de bailar o no, puesto que allí el ingrediente que lo define es la
actitud de aprender y de gozar que cada bailarín le pone. No obstante también
acostumbramos a ver cuerpos deslumbrantes pero son el producto de un esfuerzo
continuo de una disciplina forjada con hábitos saludables como la alimentación,
el ejercicio, la dedicación y por supuesto del mismo baile.
Por lo tanto la salsa y los
demás bailes son dignos representantes de la cultura caleña pero para lograr
tal exposición de talento y brillantez, ha sido necesario la proliferación de
escuelas de salsa que superan las cien y
que como algo poco habitual no se concentran en lugares específicos como los
barrios de estratos altos, éstas están por toda la ciudad, fuertemente en los
barrios populares como una muestra ejemplar de inclusión que propicia el
espacio para que el ciudadano de a pie tenga la posibilidad de ser participe de centros de bienestar y
convivencia.
En síntesis la Salsa desde las distintas academias, desde aquel joven
del barrio que baila sin temor en la esquina de su cuadra, al igual que los más
importantes eventos públicos locales e internacionales como el mundial, son todos agentes culturales que fomentan y
lideran una sana convivencia, abre espacios a la tolerancia y a la aceptación, y
cierra otros al rechazo, la estigmatización y a la delincuencia.
que bien por las reflexiones, sigue escribiendo tienes maderita
ResponderBorrarhasta pronto